sábado, 30 de enero de 2010

Ojalá sea un hasta luego. PIZARRO. O de como se aumenta la carga de pasivos desdeñando activos.

 
Formarían un magnífico paréntesis donde bien enterrados y olvidados quedarían ZP y Mariano.


El mismo día que las encuestas colocaban al PP seis puntos por encima del PSOE en intención de voto, el mejor estandarte popular en las bancadas bajo mi perspectiva, Manuel Pizarro, decide desalojar su escaño.

A la velocidad del rayo el “Brey Felón” le agradece los servicios prestados, es viernes, el lunes nadie hablará de su marcha y la noticia no será analizada, queramos o no, con la misma profundidad que de haberse producido un lunes.

Antes, en el transcurso de las últimas semanas, dos apariciones en medios de comunicación dejaban claro el abismo existente entre unos políticos venidos a proponer ruina y el tipo que no tiene cabida en una organización putrefacta y ridícula. Frescas en las mentes de muchos españoles sus declaraciones, planteamientos y recetas – todo ello expresado con elocuencia digna del sabio -  hoy vemos que ya no se encuentra entre nuestros representantes y no podemos estar más que tristes, pero no por su marcha sino por los que se quedan.

Para la historia reciente su debate con el manirroto que cada día insistentemente recordamos. Advirtió y ganó. Aquellos que le dieron como perdedor fueron víctimas del engaño de los fuegos artificiales de la política, si bien algunos recularon otros siguen en sus trece.

La marcha de Manuel Pizarro del congreso es la mejor noticia posible para aquellos que creen en la libertad, en las personas de mérito que pueden sacar este país de la ruina y que no se entremezclan y abominan ser participes de la indignidad.

Si bien concurrió a las elecciones como número dos por Madrid es algo tan rotundo e incontestable que supera a Mariano en todos los aspectos en que pudieran batirse salvo en los negativos.

Apostaría que ha estado mal mirado por sus compañeros y sin dejar llegar el momento de tener que discutir con una reala, fue prudente y no alzó la voz. Prefiriendo siempre contestar desde fuera, dar golpes certeros ante un micrófono y hacernos ver a todos que él es hijo de otra educación, de otra nobleza y dignidad. Alguien a quien podríamos confiar nuestro país.

Se va sin que le hayan tocado ni de refilón asuntos como Gürtel, política de taifas, choriceos en congresos y toda la retahíla de torticerías, actos de mediocridad, indignidades y traiciones que hemos visto protagonizar a Mariano y su equipo.

Un hombre que receta para el país tiempos de esfuerzo colectivo – firme creyente de que sin trabajo y voluntad no se puede salir de pozo alguno – es fiel a si mismo y se niega a formar parte de una familia de pequeños herederos. Si para llegar al éxito hay que dejar de ser leal a uno mismo éste no es tal y el no quiere verse en medio.

Mariano le hubiera encontrado en el trabajo duro, cuando soltó su mano y se arropó de mediocres espantapájaros nos advirtió ya que no era digno de llevar las riendas del partido. En los meses posteriores el “felón” insiste en que nos ratifiquemos tachándole de inútil.

Yo insito en que quiero que Pizarro sea el presidente del gobierno, si es imposible convencerle habrá que buscar un perfil similar.

Manuel Pizarro ha sido el diputado de más prestigio por el que hemos sido representados los españoles esta legislatura. Quien coincida conmigo en lo anterior no puede desear otra cosa que la marcha de Mariano. De otra forma le recomiendo que haga una profunda meditación porque - y esta vez si me atrevo a apelaros queridos amigos - estáis fallando clamorosamente en el análisis.

"Recibir bofetadas en la cara de otro no es de valientes, todo lo contrario"

Un abrazo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido amigo Fran, me gusta lo de "Brey felón", describe muy bien al personaje más si el personaje no lo es, es igual de felón por permitir que le asesoren fdelones como el marido de Celia Villalobos (jejej buena amiga tuya...creo jejejejeje).

No sé muy bien que es lo que realmente pasa en el PP, pero lo que desde fuera se percibe y los de dentro no aciertan a explicxar no me gusta nada, pero que nada de nada.

De Pizarro y de otros muchos, algunos anónimos, habría que decir como el Cantar de Mío Cid "Que buen vasallo si hubiera tenido buen Señor"

Tu buen amigo José A. Grau

hawai05 dijo...

estoy con el final del anonimo que gran cabeza a perdido españa lo que pasa es que el señor ...por lo menos el que esta no sirve ni para pagar los cafes
miedo me da la siguiente cagada de MARIANICO I EL CORTO entre sus desvarios y su falta de huevos esto se esta hundiendo
magnifica exposicion de la vida un saludo