"Q le va salir mas barato al gobierno?La bajada sueldo de los controladores o las perdidas para el turismo por el cierre del espacio aéreo?"
El entrecomillado anterior es un corta y pega de unas declaraciones vistas en Internet escritas por el presidente malagueño el pasado día tres de diciembre cerca de las nueve de la noche. Aún en estos momentos son visibles.
De la crisis de controladores ya he dejado escrita mi opinión y la dosis de antipatriotismo demostrada por los jefes del malagueño y, hoy, me sigo ratificando en lo que dije.
La reacción del "líder" popular, vía Twitter si mal no recuerdo, a mis ojos, es impropia frente a lo que debería decir el supuesto "boss" del partido en una provincia tan capital como es Málaga. Digo supuesto porque creo que su capacidad de gestión se reduce a acatar los mandatos de Javier Arenas, político éste, que creo se ocupó de colocarle donde hoy está. ¿Por qué? Para mí la respuesta es simple.
Pienso que pronunciarse como lo hizo refleja claramente que él habría cedido al chantaje, que ahora parece ser que no tenía motivos económicos - y tres huevos duros- en pro de no sufrir las pérdidas que algunos cifran ya en centenares de millones de euros. Así podría pensarse que estaríamos ante el hombre idóneo a chantajear siempre que el colectivo peticionario fuera buen calculador de costes.
Habría que responderle que lo que sale más barato para todos es que se cumpla con la obligación que tiene cada uno y que se respeten los derechos garantizando a los ciudadanos unos servicios públicos decentes. Los cortoplacistas, por llamarles de alguna manera, tienen una visión demasiado poco resuelta. Que el Estado no haya cedido y se haya reestablecido el orden puede ser económicamente trágico, pero sólo de manera temporal. Creo que se debe mirar algo más lejos.
Si el turismo, pongamos, ha perdido 500 millones, de haber atendido a la sentencia ¿Por qué no haberles dado a los controladores 250? Presten atención a que no he metido más gastos que contribuirían a reducir el porcentaje del tributo a los controladores frente al monto total. Les estoy llevando a extremos para que vean lo imposible de mantener de la sentencia del popular que, además, nos colocaría en permanente pleitesía hacia aquéllos que según el caso puedan sostener el mango de la sartén. Hablar así, en mi opinión, es dar a quien no le corresponde la potestad para exigir lo que, fundadamente o no, pretende bajo la coacción y la amenaza.
Me gustaría recordar a Bendodo, ya que creo que por aquel entonces ya era concejal del consistorio malagueño, la huelga de basuras que llenó de ratas y hogueras su ciudad. Hubo que contratar a empresas que con bañeras y palas recogían los montones de basura de las calles. El daño al turismo digo yo que también sería razonable viendo por televisión aquella urbe incendiada. ¿Debió el Ayuntamiento de Málaga ceder a las presiones, con el chantaje de la insalubridad manifiesta, de los trabajadores de LIMASA? Leyéndole hoy, puede que viera con sus propios ojos ese tipo de cesiones. Seguro que habría sido mucho más barato pagar a los trabajadores de LIMASA parte de lo que gastaron en contratar de urgencia a esas empresas en la lógica del comentario. Lo correcto, sin embargo, es no ceder a los chantajes jamás, ni justificarlos y, de suma importancia, asegurar mientras que la gente pueda vivir una vida sin molestias fruto de problemas que les son ajenos.
El daño ya estaba hecho. A la hora en la que a Bendodo se le ocurrió escribir en Twitter ya había gente en tierra que debería ser recolocada, el espacio aéreo bloqueado y las pérdidas garantizadas. Para las siete de la tarde, una hora antes de la meritoria pronunciación del Presidente Provincial, ya se había presentado de parte de los controladores el chantaje mayúsculo según se ha podido leer en prensa. Así que, de haber tenido al "¿twuittero?" en el ámbito de decisión atendiendo a sus expresiones se habría perdido un dineral y los controladores se hubieran salido con la suya quedando a expensas, tanto usted como yo, de que la situación volviera a repetirse.
No voy a dejar de mantener que la actitud de todo español con responsabilidad y con responsabilidad política, una y la otra, era tan fácil como decir que estabaría para ayudar en lo que hiciera falta hasta que se reestableciera la normalidad y, llegada esta, actuar políticamente. No sé qué harán mañana los populares pero antes que reprobar a Zarrías - ya ven ustedes el nivelazo - hay que exigir contundentemente el cese de Pepiño por su incapacidad para acabar con el conflicto planteado en AENA.
A mí me trae sin cuidado, siempre que el Partido Popular de Málaga funcione conforme a la Constitución - los derechos y garantías del PP entenderán que me los pase por el arco- que mande uno u otro. Si no hay ilegalidades en la elección de la lista, a quien Dios se la dé que San Pedro se la bendiga. Eso sí, yo tengo una opinión de todo el partido en la provincia simplemente con ver a su presidente (Bueno y con ver a Villalobos, Ruiz, González, Bonilla, Salado..vale, paro). Los afiliados del PP malagueño en el uso de su libertad, mientras no se demuestre lo contrario, quieren que les represente este tipo y, lamentándolo mucho, tengo que decir que me decepcionan profundamente. Además considero que tener tal presidente va contra sus intereses salvo en los casos en que los intereses pudieran ser ellos mismos.
En estos días ya anda todo tan descafeinado, la política está tan desprestigiada y tenemos tanta información que a algunos, como el que escribe estas líneas, no nos preocupa ya el cambio de gobierno. Hay que luchar por unos políticos nobles, inteligentes, con excelencia académica demostrada y de cuyas acciones y oraciones se extraigan conclusiones que animen a ver que el desempeño diario de cada uno no va a ser despilfarrado por un grupo de cretinos inútiles amantados por el aparato interno de un partido de uno u otro signo. Eso no es mucho pedir, es lo justo, por eso es exigible.
En otro orden de cosas, que son las mismas a fin de cuentas, ayer escuché a Soraya hablar de educación y de lo bien que lo haría un gobierno del PP en ese campo. Podrían empezar por tabicar la entrada al Congreso bajo las siglas del partido a diputados jóvenes sin una mínima diplomatura universitaria. Fíjense bien que no estoy hablando del ayuntamiento de un pueblo perdido de León, ni de una ciudad. Lo mínimo es tener un poco de decoro. Pero cuando una se encuentra en un partido condicionado por sus obras no puede más que huir hacia delante. ¿Podríamos decir cinismo?
Yo no creo que Bendodo, volviendo al principio, no estuviera afortunado, simplemente estimo que el cargo le viene grande y pido a los malagueños afiliados al PP que le retiren su confianza y con él, a su equipo.
¡Cómo estará la mili cuando Pepillo es corneta!
Un abrazo.
Felicidades a las Concepciones.
