lunes, 22 de marzo de 2010

¿A qué jugamos? Camps saca los "rotus".

                  Palmas, palmitas que viene tu papá...

Del “Plantanito” caben esperarse fichajes de socialistas nacionalistas andaluces, ya no nos sorprendemos, lo que es verdaderamente petrificante es ver como La Generalidad va a destinar dinero a subvencionar a aquellos que rotulen sus comercios exclusivamente en lengua valenciana.

La “Cláusula Camps” indicaba el camino de la rendición de muchos barones populares, la idiotez soberana en forma de apoyo, aprobación y alentamiento a votar a favor del Estatuto de Autonomía de Andalucía vino a cumplimentar una estrategia cobarde que no hace más que ahondar en los problemas de división interna de nuestro país o justificar algunas posiciones sin pies ni cabeza.

Desde luego que un cobarde que huye vale para otra batalla. ¿Quién sabe? Tal vez alguna vez ganen. Arriola debe pensar así, pudiera ser – No sé qué tiene ese tipo para mantenerse tanto tiempo como táctico del Partido Popular –

Lo valiente es justamente lo contrario.  La postilla Camps venía a  parecer una tocada de narices en toda regla a los socialistas y nacionalistas españoles y catalanes que pretendían – y ya lo hacen por hechos consumados – establecer unas relaciones radicalmente nuevas, injustas y de ruptura constitucional de facto, o sea, fuera de derecho.  La respuesta del PP mientras se pronunciaba y no el Tribunal Constitucional – algunos ya opinan que no lo hará nunca – consistió en que Valencia se arrogaría cualquier nueva competencia que el Estado pudiera ceder a otras autonomías “de iure” o por cesión chantajista obviando los mandatos de la Carta Magna.

En lugar de echar el freno, poner seso, aprobar unos estatutos consecuentes y volcarse en la persecución legal de aquellos que atropellaran la igualdad y la ley - efectivamente, Cataluña -tanto en Andalucía como en Valencia se aprobaron los textos cobardes.

Continuaré hablando de la cláusula porque de las tonterías de botarate que puede leer uno en el Estatuto Andaluz hoy no me apetece escribir ya sea sólo por la vergüenza y repugnancia que me produce todo lo que con él tiene que ver.

Una forma indigna de contentar a los valencianos y colocarlos en estadios irresponsables frente al resto de los españoles es hacerles creer que ellos van a ser tan independientes y van a tratar tan de tú a tú al Estado como pretenden conseguir los políticos catalanes, que no los ciudadanos a quienes gobiernan en su amplia mayoría.

Mientras la Comunidad de Madrid aboga porque el Estado asuma de nuevo algunas competencias, los mandatarios valencianos, del mismo partido y se supone que con la misma idea de España pensaron en subirse al carro de asfixiar también, llegado el caso, al Estado regalándose el derecho a exigir lo mismo que Cataluña. Así, de aprobarse el Estatuto Catalán y hacer efectiva la cláusula ya no tendremos un problema sino dos. A los que habríamos de sumar los párrafos íntegros que Arenas y Chaves tuvieron a bien calcar al tripartito y CiU.

Atando, como creo que vienen haciendo en Valencia, los gatos con longanizas – se ve que la crisis económica allí no afecta – ahora se destinará dinero público para subvenciones lingüísticas -¿Paso previo a la situación actual catalana que multa?- en una tierra de la que hasta donde yo tengo escuchado la gente en la calle habla en español mientras sus documentos oficiales tiene que leerlos en valenciano.

Estamos en crisis pero se puede tirar el dinero ¿Lo estamos? Yo creo que sí. ¿Se puede salir de ella con estos políticos? Supongo que también pero seguro que lo haríamos antes de no tenerles.

Personalmente pienso que la subvención a la rotulación en valenciano es algo que afecta a dos frentes y que no toca, pero bueno, sigamos jugando.

Un abrazo.

2 comentarios:

Conchi Gómez Oliva dijo...

Personalmente creo que la abolición del Estado de las Autonomías es algo que afecta a todos los frentes y que ya toca. Aunque entre los más "atrevidos" impera lo que dijo Alejo Vidal-Quadras al respecto y en mi presencia: "Hombre, tampoco eso".

alitina dijo...

Son imbéciles sin paliativos. Copian la mierda que menos interesa. Es desesperante.