sábado, 5 de septiembre de 2009

Tomates, grandes superficies y lo imbéciles que somos a veces.


Veréis, recuerdo ir a los supermercados e hipermercados y creo que cada vez hay menos tomates. ¿Tomates? ¿En eso te has fijado Fran? Pues sí. Os hablaré de los tomates como ejemplo de lo que creo es una maniobra estudiada de las cadenas de alimentación. También vale para las judías verdes.

Antes los tomates estaban apilados, a nadie se le ocurría empaquetarlos en bandejas de seis y desde luego había muchos más de los que ahora podemos encontrar, en el caso de que se nos presenten de esta forma preparados para que nos sirvamos y nos dispongamos a pesarlos. A mí, cuando estoy fuera de casa, obligado a comprarlos y tengo que hacer uso del “self service”,a veces me cuesta ir un par de veces a mirar el cartelito con el numero de referencia porque en los pocos metros entre la caja donde se encuentran a la maquinita seguro que se me pasa algo por la cabeza y me distraigo. (Agradezco a aquellos que se les ocurrió poner el dibujo de la fruta en el botón de la báscula ¡Genios!)

Todo el mundo, salvando contadas excepciones, come tomates. Elementos fundamentales de la dieta mediterránea (Por cierto ¡Qué buenos están los de Murcia y los que encuentras en los mercados de abastos de Alicante! Es otro sabor completamente maravilloso) son más rentables para los vendedores ahora merced a lo que estimo han pensado las cadenas y que paso detallar. Este podría ser el planteamiento de un ejecutivo de "Merca X o Carrepuf" hace unos años, antes de limitar;

"Los tomates se venden como rosquillas (como tomates) y pocas veces tenemos que tirarlos porque se pasen, aunque en el caso de hacerlo no nos repercute demasiado en los costes, es prácticamente de risa. De todas formas para ofrecer al público una cantidad de tomates tan enorme, tenemos que transportar grandes cantidades y proveer de mucho espacio para exponerlos a la venta. ¿Y si cambio esto?

En lugar de comprar tantas toneladas de tomates, gastar tanto en transporte, tener tantos metros cuadrados disponibles en el súper y venderlos a bajo precio, en connivencia con la competencia vamos a comprar menos al mismo precio, transportamos menos toneladas y los embellecemos y presentamos en paquetitos o directamente reducimos los metros cuadrados ofreciendo al consumidor menos cantidad. Si esto lo hacemos todos podemos subir bastante el precio y obtener la misma rentabilidad vendiendo un kilo que seis. Los tomates que tenga a disposición del público, más caros o más baratos, los voy a vender todos. ¿A mí qué me importa que cuando antes me compraban dos o tres kilos ahora sólo me compren uno si voy a ganar hasta más dinero? Si quieren tomates me los van a comprar a lo que yo diga. ¿A mí qué me importa que el productor de tomates me venda la mitad de lo que antes producía y yo le compraba tenga que tirar la mitad o mal venderla y le asfixien los gastos? Yo controlo el canal de distribución, yo mando, yo gano. Yo gano y la gente come menos tomates gastando el mismo o más dinero. Yo gano y ahorro en portes y si no me venden la materia prima a lo que yo digo le compro a otro agricultor. Yo gano y donde antes tenía tres metros cuadrados para tomates ahora me sobran dos para vender “bioagüitas” o chocolatinas hechas con grasas animales que fruto de la publicidad que hacen esas marcas se venden también con auténtico éxito. Y si la gente quiere comer mierda que la coma no es mi problema, de hecho si mi actitud ayuda me la trae al fresco. Y si los agricultores protestan, que les den, que se espabilen y hagan cooperativas o que se metan en el canal de distribución. Seguro que no tendremos problema porque son imbéciles maniatados con los sindicatos. Jajajaja les suben el gasoil, los abonos, los insecticidas mientras yo les sigo pagando lo mismo y cuando protestan lo hacen contra el gobierno al que tengo magníficamente untado. Ganaré más empleando menos recursos ¡Cómo me alegro que a la gente le gusten los tomates! ¡Cómo me alegro que los tomates sean unos bienes de primera necesidad! ¡Si es que los necesitan desde los bebés hasta los ancianos! ¡Soy una máquina! ¡Un cerebro! ¡Un f i e r a! “Bussiness are Bussiness my friend”"

-Vuelvo de la cabeza de este tipo para retomar el protagonismo del Blog que para eso es mío.-

La gente ha reparado en la subida de precio pero se queja con la boca pequeña, poco a poco nos han ido metiendo en su cueva. Poco a poco y con sutileza nos han vendido las bandejas de tomates. Muy limpios, muy bien presentados, da gusto comprarlos ¿eh? Hasta que los pruebas y si tienes algo de perspectiva ves que son insípidos. Antes le pedíamos al tomate que fuera natural, sano y que estuviera bueno. Ahora nos han metido en la cesta de la compra atunes con bastante aceite vegetal e incluso existen multitud de salsas de maridaje para las ensaladas de dudosa calidad natural y poco sanas me atrevería a decir.

Además pagamos erróneamente e inducidos. Pagamos mierda a precio de oro. Unos de los productos más sensibles a las subidas de precio es el aceite de oliva. Está demostrado que cuando éste se encarece la gente se va directa al girasol. No voy a comparar uno con otro porque no tengo ganas de ser pedante y sería estúpido explicar de nuevo una cosa que sabemos todos. Pero las colas se siguen vendiendo fantásticamente. Conozco gente que dice que no puede comer sin ellas. Agua con un sobre de azúcar, de todo menos saludable. ¿No puedes comer sin cola? Respeto a todo el mundo pero mirad a mí para comer o me pones agua, cerveza o vino o me vas a dar el almuerzo. Comer con refrescos me parece cosa de críos no de adultos.

En el documental “Supersize me” (visto hace años y harto recomendable) dan buena cuenta de lo que os comento. La mierda que nos venden a base de engañar nuestro paladar con sabores particulares contribuye entre otras causas a las grandes tasas de obesidad de los países "más avanzados". No es lo mismo una persona gruesa de puchero que otra de McDonalls, Lays, Coca Cola, Pepsi, Donuts, etc. Mi abuelo Sebastián (EPD) tenía una buena bartola pero era fuerte, os sorprendería cuanto. Obviaré hacer comparaciones.

Así que poniendo precios semi prohibitivos a productos de bajo coste y que en este país, al menos durante mi infancia y adolescencia, estaban todos los días en los hogares de los españoles a la par que inventan el “Hoy cocinas tú”, que es lo mismo que decir “Hoy vas a comer mierda tú” (Buen eufemismo sin duda), y nos meten por los ojos las Chips Ajoy o te encuentras en algunos supermercados, que directamente ponen sus productos en pallets, bollería industrial marca “La Pava” a euro el kilo están consiguiendo que cada vez haya más colesterol y gente con el azucar por las nubes. En definitiva regalando menos calidad de vida. Por no hablar de la Anorexia. Ves a una tía buena comiendo Pringles….Lo que no ves es cuando las escupe.

Por otro lado y para terminar de hartaros de leer hace poco paso por mis retinas un estudio que demostraba que la calidad del agua del grifo de incontables lugares de nuestro país era mejor que la envasada. Madonna sólo bebe Evian y algunos gilipuertas van al súper y se cargan de kilos de agua de peor calidad que la que tienen en casa y que luego han de arrastrar consigo y, como en muchos casos, no están bien alimentados y no llevan una vida saludable llegan sudorosos y se cargan una botella de litro y medio nada más soltar las bolsas.

En fin, larga vida a la huerta de papa, larga vida a los mercados de abastos (deberían haber más) y a los pequeños negocios de comestibles donde puedes encontrar calidad y buenos precios. Pero su supervivencia se antoja difícil porque cada vez somos más esclavos, trabajamos más horas y es más cómodo (Porque ¡Coño! ¡Es que es más cómodo llegar a un sito con aparcamiento y que te vende de todo! ) hacer uso de las grandes superficies.

Y yo quiero que esa señorita recién conocida me invite algún día a la tarta helada que hace artesanalmente porque la Romántica de Frigo cada vez es más pequeña. Bueno en realidad lo que planteo es una excusa para verla.

¡Viva la Dieta Mediterránea! Un abrazo amigos y no os olvidéis de ella.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido amigo Paco, totalmente contigo aunque, haciendo un inciso te diré que cuando pruebes los tomates de El Perelló (Valencia) te vas a morir de placer, tomates que llegan a pesar un kilo, que cuando los cortas estan carnosos y con un chorrito de aceite, de oliva por supuesto, y un pellizquito de sal...ohhhhh se me hace la boca agua.
Pero volviendo al tema (verás que tambien me disperso pero en mi caso esta justificado por la edad) tienes razón y no sólo con los tomates.

Aquí en Valencia hay una diferencia abismal entre comprar frutas y verduras en Mercadona, Carrefur, Supercor, etc. y comprarlos en los Mercados Municipales y algunos fruteros que se los traen directamente de la huerta, algunos aún estaban pegados al suelo el día anterior...y encima a mitad y hasta a 2/3 más baratos.

Pero en España nos hemos vuelto bastante gilipollas y a much@s les de como cortr que les vean entrar en el mercado no vayan a pensar que no es de clase. En fin la estupidez no tiene arreglo.

José Antonio

FRAN dijo...

Pues te aseguro que pienso probar esos tomates. Saludos José Antonio.

Anónimo dijo...

Paco, José Antonio soy yo, José Grau de facebook, lo que pasa es que no se cpomo entrar aqui. Un abrazo

FRAN dijo...

Lo había supuesto José. Abrazos